La historia y la trama son curiosas y en general es entretenido pero esperaba más de un autor que me encanta y lo cierto es que ha habido momentos en que me ha resultado soso y pesado. El final es lo que más me ha gustado, triste y a la vez esperanzado.

Lectura entretenida y, prácticamente, sin sobresaltos; si acaso, la semibrutal reacción de un personaje ante una situación laboral incómoda. Contra mi costumbre de no leer a nadie de menos de sesenta años, tomé el libro de mi biblioteca pública de referencia y, para ser sincero, no me arrepiento del todo. Repito que es muy entretenida y no deja mal sabor. ¡Tendré que seguir probando autores "jóvenes"¡

Un libro maravilloso sobre el poder sanador de la literatura, lleno de fino sentido del humor y optimismo, tan necesarios en estos tiempos cargados de crispación y fake news. LITERATURA con mayúsculas.

Me entretienen los libros de David Foenkinos, pero me rssultan demasiado almibarados, como los de Muriel Barbery o Alejandro Palomas. Tienen su estilo definido, pero para mi gusto, demasiada moralina barata.