Con este libro me sucedió algo que hasta la fecha no me había pasado con otro. Y es que no quería terminarlo, me salté varios días de lectura solo con la esperanza de seguir extendiéndolo. ¡Dios mío cuánta belleza!, por libros así es que soy una amante de la literatura. En sus páginas hay belleza por doquier, es hermoso, reflexivo, profundo, elegante, delicado, sublime. A veces me daba envidia de lo prolija que es la prosa de Foenkinos, si llegase a ser una escritora, quisiera tener su estilo. La historia que nos presenta en el primer acto gira en torno a su abuela y fue la que más me gustó. Ya en el segundo acto, aparece Louise, que si bien también la disfruté enormemente siento que le restó un poco de solemnidad al cierre con su abuela. Es un libro maravilloso, los recuerdos de cada personaje son una exquisitez, y la manera en que conduce la historia a través de estos es perfecta. Lloré al terminarlo, no porque me conmovieran las últimas páginas, sino porque de verdad no quería que terminara, sí, tanto así lo disfruté. En fin, de más está decir que lo recomiendo. No esperen una historia super elaborada, o con giros impactantes, porque no es de este tipo. Pero si quieren recibir un cálido abrazo directo en el corazón mientras leen, definitivamente es para ustedes.
hace 3 años
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