A camino entre el relato largo y la novela corta —algunos de los trabajos recogidos en este libro superan los cuarenta folios— Yo vi a Nick Drake (homenaje al gran músico británico muerto en 1974) recoge cinco narraciones de Eduardo Jordá que por su temática resultan atípicas en el panorama literario español. En todos ellas queda patente el interés de su autor por la cultura pop: la música moderna, el cine, la literatura. Y todas se desarrollan fuera de España: Inglaterra, un paraíso de surfistas en el Pacífico mexicano, el parque Eurodisney de París, Long Island y un hotel en la costa de Túnez. Partiendo de hechos relativamente cotidianos, los personajes se ven enfrentados a los fantasmas del pasado, un misterioso mundo de recuerdos perdidos en la memoria que serán decisivos para alterar el curso de sus vidas. Una vidas en las que, frecuentemente, la traición, la mentira y la fragilidad del amor acaban por tener un papel capital.