A través de las entrevistas de un periodista imaginario el Sr. Coetzee nos presenta su autobiografía. Y no es precisamente la de un hombre de acción, la de un personaje con una vida llena de misterio y aventuras. El planteamiento así visto no promete que mi primera incursión a la literatura de Coetzee vaya a ser digna de recuerdo "¡Uf! ¡Se avecina tostón! Le echo un vistazo y a ver..." Pero ¡ay, amigo! van pasando las páginas y cada vez me sumerjo más en una ciénaga de la que no puedo salir. Y pienso: "esto es literatura". Como convertir lo anodino, lo insulso, en algo que te atrape. Porque bien pensado ¿qué me importará a mi la vida de este señor? Pues no me importa, pero me atrapa. Se me mete en el cerebro como un aguijón y me revela cosas que no sabía que sabía, que estaban ahí desde siempre, escondidas debajo de un manto opaco. ¡Pam! un disparo: "El pragmatismo siempre derrota a los principios; así son las cosas." ¡Mierda! ¡Nunca podré escribir así!
hace 5 años