Nos hallamos ante un libro autobiográfico que también es una apología contagiosa del apetito. No obstante haber padecido anorexia durante dos años , en el relato Amélie Nothomb explica su vida a través del hambre y reivindica una avidez y una glotonería en mucho registros: hambre de lenguas, de libros, de alcohol, de chocolate, ansia de belleza y de descubrimientos....