Nothomb...escritora odiada o amada en mismos niveles, nos ofrece esta vez otra versión personalizada por ella misma de un cuento clásico de Perrault, ya lo hizo en su día con Barbaroja y debo añadir que no se le da pero que nada mal y sí, yo soy de las que la ama y disfruta enormemente con sus historias.
Se luce porque suelen ser historias breves, intensas y muy bien estructuradas con los detalles justos para engancharte y dejarte alucinada por su originalidad, ya que imaginación tiene para un buen rato, no decae en ninguno de sus ejemplares y eso que los escribe como churros. Este también tiene ese toque reflexivo y psicológico que tienen todos, con protagonistas muy carismáticos de una extraordinaria personalidad. Aporta también de igual manera mucha información sobre ornitología, ciencias naturales, la condición humana y moral y una buena y gran cantidad de lo que representa la sociedad actual en su total y absoluto vacío y absurdez. Esta historia narra lo que es la belleza en todas sus vertientes y la sabiduría, sabe reflejar muy bien qué clase de vida puede tener alguien muy bello sin ser excesivamente inteligente y viceversa. Es una historia atípica y muy amena, sí que es cierto que cuando va acercándose al final es más predecible que otra cosa, pero eso no la resta encanto a la historia e incluso te agrada que sea justo ese final.
Se lee rápido porque tiene un ritmo ligero y con capítulos cortitos, tan cortito como todas sus historias, pero eso ya lo sabemos los que la seguimos.
No es para todos los públicos, siempre lo digo y repetiré que Nothomb es para gente con un gusto selecto, aún así yo siempre la recomiendo porque logra dejarnos perplejos en muchos sentidos.
hace 2 años
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