"Juana la Loca, la cautiva de Tordesillas", Manuel Fernández Álvarez 2000, es un estudio sobre una reina que parece que no estaba tan loca aunque tenía una depresión brutal no curada. Una depresión azuzada por dos razones como la prematura muerte de su marido, de la que algunas teorías hablan de que le pagaron un rápido viaje a la laguna Estigia; y los intereses de su padre que decidió aislarla ante las maniobras de Felipe el Hermoso para asumir el poder realmente ya que el testamento de Isabel la Católica hablaba que la monarquía quedaba en manos de padre e hija. Cierto que inició un errabundo viaje con el féretro de su marido y se negaba a dormir en conventos designados para su periplo si eran femeninos. Su "depresión-locura" también fue removida por el marqués de Denia que fue asignado como su carcelero y que la trataba de manera vejatoria. Hay documentos que lo acreditan y que fueron enviados a su hijo Carlos cuando fue rey. El principado de Asturias llegó a su persona por una carambola histórica. Murió su hermana Isabel, su hermana María se casó con el rey de Portugal que era el viudo de la primera y el hijo de Isabel y Manuel el Afortunado, en él que caían las coronas de Aragón, Castilla y Portugal; que estaba bajo custodia de los Reyes Católicos, murió con dos años de edad. Ese niño hubiera aunado los reinos peninsulares y hubiera cambiado la historia. Las noticias llegan a Flandes y su matrimonio en crisis se reaviva. Pero Felipe no aplaudió la idea de una corona compartida con su suegro. Fernando puso en peligro esa alianza y unión entre Castilla y Aragón porque designó al primogénito que pudiera tener con su segunda esposa Germana de Foix como heredero de Aragón, eventualidad que nunca se produjo y que también hubiera cambiado la historia. Cuando la Corte se llenó de flamencos y valones, que habían acompañado a su hijo Carlos desde Gante para asumir el poder. Una Corte que no hablaba castellano y que era distante de la austera poblacion castellana fomentó la revuelta de los Comuneros, encabezada por Bravo, Padilla y Maldonado, que tomaron Tordesillas y quisieron ascendería al trono acabando la regencia de Cisneros., ella no fue capaz de asumir dicho papel. Buscaban designar como heredero al principe Fernando que había sido educado en Alcalá de Henares y hablaba español. La maniobra no dió resultado. Vivía con la hija póstuma de Felipe, Catalina, y Carlos el Emperador que también asumió la Corona a pachas con su madre, la separó de ella pensando que ese encierro y esas dependencias eran insalubres para su hermana. A Juana estuvieron a punto de casarla con Enrique VII de Inglaterra pero la maniobra no cuajó. Cuarenta y cuatro años de encierro en Tordesillas fueron los que sufrió apartada de todos. Me ha llamado mucho la atención la documentación aportada sobre esclavitud, sobre todo en Sevilla y Lisboa, surgida de los pueblos indígenas americanos tras su "descubrimiento". La hija de Carlos I quiso llevarse una esclava para llevársela a Austria de donde fue emperatriz. Este ensayo es interesante. Me da la impresión que Fernández Álvarez, que había recopilado mucha información para los macroensayos que había realizado sobre Carlos I y Felipe II, aprovechó el material para escribir este volumen. Quizás su mirada sea muy distante de la realidad contada. Merece la pena porque es interesante. Impresiona imaginar una reclusión de cuarenta y cuatro años en esa fortaleza castellana. Acompañada de su clavicordio y sólo con una ventana para tener contacto con el mundo que la rodeaba.
hace 1 mes
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