Me ha encantado y sorprendido mucho leer "Sonata de primavera" de Ramón María del Valle Inclán. Tenía mis reparos con Valle porque mi incursión en su obra venía de mano del "esperpento". Leí " Luces de bohemia "en mi formación académica y no me entusiasmó. Leer " Sonata de primavera" es sumergirse en un preciosismo lingüístico con un vocabulario exquisito y un lenguaje que emblemático no exento de ambigüedad, ironía y sarcasmo en no pocas ocasiones. Las andanzas del marqués de Bradomin, parece ser que "álter ego" de Valle, están cargadas de belleza. El noble español residente en Roma y emisario papal, acude a Ligura ante el inminente ocaso de un Cardenal que se sintió indispuesto en casa de su cuñada, viuda de su hermano, y allí permanece sufriendo un agravamiento de su enfermedad que parece volverse irreversible. Su cuñada tiene un abundante ramillete de hijas y el marqués, como no, es cautivado por María del Rosario a punto de ingresar en un noviciado. Ese es el planteamiento de una trama breve que se lee sola. Bradomin da muestras de lo brillante que es y ridiculiza a otros personajes de la obra en pasajes divertidísimos, Me han dado ganas de leer toda la tetralogía. Dejaros seducir por él y disfrutarlo.
hace 3 años