En este libro don Juan se enfrenta a sus propios hijos, haciendo bueno el conocido refrán de "quien cría cuervos le sacarán los ojos". En esta obra se nos muestra lo peor del carácter de todas las personas que le rodean, desde sus hijos desnaturalizados hasta su amante codiciosa y el marido consentidor, además de los criados cómplices e interesados, manteniendo únicamente a dos personas puras a su alrededor que sufren por él: la desdichada Sabelita, que debe sufrir el mal trato de su amante, la presencia de sus otras queridas y sus propios remordimientos por su posición al margen de la decencia, y la intocable esposa doña María, la única capaz de humillar la cabeza del hidalgo, pero incapaz también de refrenar a sus salvajes hijos. La sensación que deja esta lectura es que las cosas no pueden sino ir a peor.
hace 13 años