Maravilloso libro, tan genial como 'Olive Kitteridge'.

La trama consiste en historias aisladas con el único nexo de unión de Olive Kitteridge y está bien escrito ,pero las historias no son interesantes por lo que lo dejo a 100 pps. del final .

Tengo que reconocer que me costó un poco engancharme, pero luego si me gustó.

Describir esta espléndida novela es tan difícil como hacerlo con la vida, porque la novela es eso: la vida, con sus personajes, sus alegrías, sus miserias, sus filias y sus fobias. Comienza y termina, como sucede con la vida; con Olive Kitterigde como único nexo de referencia entre los personajes. Es una magnífico recorrido por la vida, en el que están presentes diferentes personajes, sobre los que cuentan quienes son y cómo viven. Excelente.

Me encantó

¡Qué gran gustazo ha sido volver a encontrarnos con la peculiar y carismática Olive Kitterigde! una mujer donde las haya que aún teniendo esa personalidad tan odiada y también querida por muchos, el extremo es lo suyo, sabes que te dejará huella, sea de la manera que sea lo hará. Así que en esta segunda parte que continua con su sencilla y humilde vida pero compaginándola con otros personajes muy especiales también y que no dejan indiferentes al igual que ella. Es una novela en la que tanto la vida de Olive como la del resto de personajes que nos brindan con sus historias y anécdotas se habla mucho de la soledad en edades avanzadas ya rozando la senectud, de esa vida que fue y no pudo ser, de los hijos y su evolución, los nietos que vienen y las enfermedades que visitan para quedarse y esos achaques que atormentan. Es una historia tierna, muy dulce y que ocasiones enternece pero que en muchas otras te suelta una carcajada y muchas sonrisas. Olive es así, provoca todo eso y tanto a ella como al resto sabes que los adorarás de principio a fin. La ligereza y el ritmo van de la mano en esta historia, al ser tantos personajes y muy bien repartidos en cada capítulo, no te armarás ningún lío, se logra empatizar mejor con ellos y así más fácilmente se dejan querer...

En "Luz de febrero" volvemos a encontrarnos con Olive Kiteridge, la protagonista de la novela homónima, con la que la autora ganó en 2009 el Premio Pulitzer; una mujer contradictoria y un tanto hosca, que en esta ocasión, ya ronda los setenta años y se plantea temas como la soledad, la vejez y la muerte, aunque eso no le impide intervenir y ser protagonista de muchas de las historias que se desarrollan en el pequeño pueblo de Crosby, en Maine. Con un ritmo pausado, capítulos cortos y detalladas descripciones, a lo largo de la novela van apareciendo variopintos personajes, personas corrientes, protagonistas de una variedad de historias cotidianas que Strout maneja con su exquisita sensibilidad, y en las que afloran una gran diversidad de sentimientos que muestran la grandeza de la condición humana. Una novela entrañable.

Muy buena novela, como las clásicas, cno el fondo de una señora, maestra jubilada, irrascible pero muy humana y sus relaciones con maridos, hijo y demás habitantes del pueblo en el que vive. Sencilla, pero muy buena,