La novela comienza de una manera muy sugestiva presentando las coordenadas de lo que será el conjunto de la historia. Durante sus primeros compases, el relato avanza en un doble plano que supone un indudable valor añadido. Sin embargo, a medida que el hilo argumental se va desenrollando, el doble plano se queda en uno solo y con cada página más pobre que la anterior. El argumento es sin duda osado pero no se consigue desplegar con la suficiente carga narrativa e, incluso, con la calidad literaria que precisaría para ser aceptado como historia válida aún dentro de su fantasía. Personajes demasiado peliculeros, las relaciones entre ellos nunca creíbles, reflexiones que suenan a simples lugares comunes y frecuentes momentos ingenuos, diríase que fruto de una cierta falta de madurez por parte del autor.
hace 7 años