«El olor de la escalera ancha, oscura, nos golpeó en la cara. Era el olor de la ciudad, a piedra fría, baldeada, a polvo, a aire viciado y a algo más que no se puede explicar…» En 1927, a los diecinueve años, Mika Waltari abandona Helsinki para viajar a París; es aquí, en el Hôtel de Suède del barrio de Saint Germain, donde escribe La gran ilusión, su primera novela. Waltari compone una instantánea urbana de aquella generación vital e inquieta que celebró el fin de la Gran Guerra entregándose en cuerpo y alma a una fiesta loca e interminable. La historia transcurre entre Helsinki y París; sus protagonistas, el periodista Hart, Caritas, mujer fatal y Hellas, un escritor frío y cínico, recorren las ciudades presas de sus vicios y de sus luces. Los tres formarán un triángulo trágico y ambiguo, quintaesencia de la tan alabada vida bohemia, en la que miles de jóvenes se vieron reflejados. Waltari anticipa en muchos sentidos el agotamiento de esa alegría y ese optimismo, infundiendo un sentimiento trágico y presintiendo que aquella generación no iba a ser eterna. Publicada en 1928 la obra conoció un éxito inmediato. La crítica la recibió bautizándola como El gran Gatsby finlandés, y otorgó a su autor el papel de intérprete de las inquietudes de los locos años veinte.