Un hombre de cuarenta años que se gana la vida escribiendo libros para niños es abordado por un extraño taxista. Éste demuestra conocer detalles íntimos de su vida y lo convence para que escuche una revelación demencial: su padre, muerto recientemente, no era el general democristiano y beato que siempre había creído, sino un espía ruso al servicio de la KGB. El protagonista ve cómo el escudo protector que había construido tenazmente en torno a su familia y a sí mismo comienza a resquebrajarse, y va cobrando la terrorífica conciencia de haber tomado parte en una ficción sin saberlo. Rota, incluso, la última ilusión, la de una paz conyugal perseguida durante años, el escritor se rinde ante la fuerza de un pasado con el que deberá ajustar más de una cuenta.