Resumen

¿Cómo puede una chica decir: "No quiero ser decente porque las chicas decentes no resultan atractivas" y cómo puede, además, llegar a la sabia conclusión de que "los chicos bailan más con las chicas a las que pueden besar sin parar" y de que "los hombres se casan con las chicas a las que pueden besar sin el permiso de papá"? Tras considerar esto, la flapper despertó de su letargo, se cortó el pelo, se armó de unos preciosos pendientes y de grandes dosis de audacia, los labios muy rojos, y se fue a la batalla. Coqueteaba porque resultaba divertido y se ponía un bañador ceñido porque tenía tipo para lucirlo; se maquillaba y ponía colorete porque no lo necesitaba y se negaba a aburrirse principalmente porque no era aburrida. Sabía que las cosas que hacía eran las cosas que siempre había querido hacer. Las madres no aprobaban que sus hijos invitaran a una flapper a un baile, a tomar el té, a nadar; pero, sobre todo, que les pudieran robar el corazón. La mayoría de sus amigos eran hombres, pero la juventud no necesita amistades, sólo necesita gente." Zelda Fitzgerald.