Escritos en los comienzos de su brillante carrera literaria con el propósito no disimulado de hacer dinero, los tres relatos que contiene este volumen merecen, no obstante, figurar en la más exigente antología de Francis Scott Fitzgerald. Tres parejas dispares que encuentran su punto de equilibrio protagonizan estos cuentos llenos de humor, de ligereza y de encanto, pero en los que es posible rastrear no pocas preocupaciones esenciales de la obra del autor de El gran Gatsby. En “El pirata de alta mar”, Ardita Farnam es una chica moderna y consentida cuya vida dará un giro inesperado con la irrupción de una banda de estrafalarios bucaneros encabezados por el elegante Curtis Carlyle, encarnación de los sueños románticos de la muchacha. Los protagonistas de “Cabeza y hombros”, Marcia y Horace, viven en los mundos más dispares que puedan imaginarse, hasta que las circunstancias conduzcan al encuentro de esos dos mundos y a una curiosa inversión de papeles. En “La parte trasera del camello” encontramos ingredientes tan sugestivos como una desenfrenada fiesta de disfraces, un joven tarambana que ha roto con su novia, una encantadora de serpientes y un camarero que en sus ratos libres ejerce de predicador, por no mencionar el melancólico camello que da título al relato. Tres piezas que muestran el indiscutible talento del mejor cronista de los felices veinte, brillantes y fugaces como burbujas de champán.