Su lectura no te deja indiferente. Novela despersonalizada, en la que no aparece el nombre de ningún personaje ("la mujer de las gafas oscuras", "el niño con estrabismo"...). Te mantiene en vilo y es cierto que las situaciones difíciles terminan sacando aspectos nada agradables, pero termina siendo todo un tanto repulsivo. Por otro lado, es la segunda obra que leo de este escritor y me cuesta su manera de estructurar las frases, sin un orden en los puntos y las comas, lo que, por lo menos a mí, me dificulta su lectura.
hace 1 mes