Breve novela con una estructura muy compleja, que no sólo combina la primera y tercera persona en distintos fragmentos,, sino que también intercala en la narración pensamientos de distintos personajes. La trama del hijo que busca a su padre, descubriendo en él a un cacique que lo consiguió todo menos el verdadero amor de su vida, esconde una cierta crítica al papel de la Iglesia en la gestión de la salvación de las almas, así como una relación con los muertos (en la que se esconde gran parte de la dificultad de la estructura de la obra). Todo ello en el contexto previo y durante la revolución mexicana de Pancho Villa. Si bien su lectura no es fácil, proporciona grandes satisfacciones. Es estimulante descubrir cómo Vargas Llosa, García Márquez o la propia Isabel Allende pueden haber bebido de esta fuente. Muy recomendable complementar la lectura con la introducción de la editorial Cátedra.
hace 3 meses