Sin duda alguna, es un libro que se entiende mejor cuando es releído, y no solo por segunda vez. Precisamente, porque su valor reside en que la historia avanza con relatos de gente de distintas épocas, sin un orden temporal; esto le confiere un matiz interesante, pues es el propio pueblo quien cuenta la historia, y no un personaje concreto. Y así, se narra la vida de Pedro Páramo desde perspectivas temporales diversas. No se puede negar que es interesante e innovador, pero hace que la primera lectura sea complicadísima, ya que no te enteras de gran cosa. Por otro lado, me gusta el lenguaje y las metáforas que utiliza Juan Rulfo, que me hace sentirme más cercano a una cultura que no conozco en persona. Por tanto, diría que su riqueza consiste más en la propia técnica que en la historia en sí, a pesar de que esta es sin duda interesante, y más aún al narrar la cultura reinante en el Mexico rural desde tantas perspectivas; te ayuda a formarte una imagen como con las piezas de un puzzle. Pero para el lector que solamente busca un "buen" libro (que vete tú a saber lo que es para cada uno), no lo pondría en el estante de los imprescindibles.
NOTA: hago esta segunda parte de la crítica años después de la anterior, habiendo leído el libro por tercera vez. Una vez conoces la cronología de la historia -en base a las lecturas anteriores-, te empapas más y disfrutas de forma mucho más profunda. Ahora valoro el libro muchísimo mejor y me postro a sus pies. Es una maravilla, creo que desarrollaré el hábito de leerlo cada año, pues en cada lectura se descubren nuevos matices y ese lenguaje tan salvaje y dulce a la vez. También hay que decir, que ayuda a releerlo el que solo sean cien páginas apróximadamente.
hace 6 meses
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