Tenía ganas de leer “Big Brother”, la última novela de la escritora norteamericana Lionel Shriver, que me había cautivado con “Todo esto para qué” y “Tenemos que hablar de Kevin”.
La historia, narrada en primera persona, tardó en engancharme pues la protagonista, entre sus reflexiones sobre la importancia de la comida, el culto al cuerpo y lo complejas que pueden llegar a ser las relaciones familiares, va revelando muy lentamente los detalles de su vida hasta que llegamos a conocer plenamente al personaje, pero una vez que queda perfectamente perfilada, disfruté de la narrativa inteligente, incisiva y no exenta de sentido del humor de Lionel Shriver y de sus excelentes diálogos (que me hubiera gustado fuesen mas numerosos) y unos personajes perfectamente resueltos.
Big Brother es una novela valiente y punzante como todas las de la autora, que nos habla también del complejo de culpa, el hundimiento moral y físico que puede producir la sensación continua de fracaso y que puede llevar a la autodestruccion, la rivalidad profesional y la envidia, incluso entre seres queridos y lo fuerte y a la vez lo frágil que puede llegar a ser la voluntad humana.
Lionel Shriver es una grandísima escritora; probablemente una de las novelistas más brillantes del panorama literario actual, por lo que, aun habiéndome gustado, esperaba más de esta novela.
hace 10 años
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