El autor de Matadero Cinco ha optado en esta ocasión por una clave más intimista. En efecto, Barbazul es el título del libro que escribe Rabo Karabekian un septuagenario que, impulsado por su tercera esposa, se propone redactar su autobiografía. Hijo de armenios que emigraron a los Estados Unidos tras escapar por los pelos de las ametralladoras turcas, Karabekian se convierte en un gran dibujante de línea clásica, toma parte en la Segunda Guerra Mundial y logra, finalmente, hacerse famoso como uno de los pintores fundamentales del Expresionismo Abstracto. Pero cuando sus cuadros ya colgaban de los mejores museos norteamericanos, un imprevisto fallo técnico hace que la pintura se desprenda de la tela, y Karabekian termina siendo el hazmerreír del mundo artístico. Curiosamente su colección de obras de sus compañeros, obtenida como pago de préstamos sucesivos a los Pollock, Rothko, Kitchen y otros, le convierte en el propietario de una de las más envidiadas colecciones de arte moderno. Además, al igual que Barbazul, Karabekian tiene una cámara secreta en la que oculta un secreto que sólo será revelado a su muerte y que constituye también la sorpresa final de esta historia.