Me merece respeto la literatura de Saramago, fascinado tras la relectura (sí, a veces las segundas oportunidades son necesarias) de "Ensayo sobre la ceguera" y sobre todo "Todos los nombres", obviamente quería seguir conociendo las historias tan Kafkianas inspiradas en su visión del mundo. "La caverna" cierra la trilogía en la que Saramago plasma su percepción de la realidad en la que vivimos, y tras leer su argumento, me parecía muy arriesgado dedicarle a ello 450 páginas, por desgracia mis prejuicios no me traicionaron. La idea es brillante, criticar la globalización y el poder de los grandes centros comerciales en perjuicio de lo artesanal y el pequeño establecimiento, encarnándolo en un alfarero que de repente se encuentra sólo e inútil en un mundo donde ha servido dignamente. Mi crítica puede parecer simple, pero las palabras tienen que tener además , la función de aportar y entretener, y el problema es que en buena parte de este libro el desarrollo de la historia no avanza, supliendo este atasco con un número considerable de divagaciones que apenas contribuyen y que a veces nada tiene que ver con el argumento, terminando en un final forzado e incluso incomprensible.
Destaco por supuesto el estilo Saramago, su fascinante forma de describir todo tipo de lugares, a los personajes y sus diálogos tan precisos y concretos en medio de una escritura "en bloque", pero para mi en este caso es un proyecto bienintencionado, sólo que fallido.
hace 5 años
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