Resumen

Amanece en Lisboa. En una mañana de mediados del siglo XX, la mirada del novelista se asoma a la ventana de un vecindario. Se anuncia un día no muy diferente de los demás: el zapatero Silvestre, que abre su taller; Adriana, que parte hacia el trabajo mientras en su casa tres mujeres inician otra jornada de costura; Justina, que tiene ante sí un largo día jalonado por las disputas con su brutal marido; la mantenida Lidia; y la española Carmen, sumida en nostalgias... Discretamente, la mirada del novelista va descendiendo y, de repente, deja de ser simple testigo para ver con los ojos de cada uno de los personajes. Capítulo a capítulo, salta de casa en casa, de personaje en personaje, abriéndonos un mundo gobernado por la necesidad, las grandes frustraciones, las pequeñas ilusiones, la nostalgia de tiempos que ni siquiera fueron mejores. Todo cubierto por el silencio tedioso de la dictadura, la música de Beethoven y una pregunta de Pessoa: «¿Deberemos ser todos casados, fútiles, tributables?».
Saramago (Premio Nobel de Literatura 1998) terminó de escribir Claraboya a los treinta y un años y entregó el manuscrito a una editorial de la que solo obtuvo respuesta cuarenta años más tarde, cuando era un escritor consagrado. La escritura minuciosa y paciente retrata con maestría una época marcada por la desesperanza. Claraboya anticipa de un modo deslumbrante los elementos del universo Saramago, así́ como las virtudes que serán el germen de tantas obras maestras. En el texto se oye la voz de José Saramago, se reconocen sus personajes, se identifican la lucidez y la compasión que según la Academia Sueca distinguen su obra.

12 Críticas de los lectores

10

Claraboya brilla en pequeños momentos que subrayan la terrible inanidad de una existencia común y los compromisos que hacen las personas para vivir juntas. Sus pequeñas tragedias e ineficacias dan a cada uno de los habitantes de Saramago una cualidad atemporal; aunque el libro fue escrito hace 70 años, casi todas las tribulaciones de los personajes se sienten como actuales. El libro es como un suave susurro al oído del lector. He escrito una reseña completa en mi blog literario, Animal Bloo (www.animalbloo.com/blog)

hace 2 años
8

Una novela que no ha perdido su vigencia, aunque la fórmula no es nueva. Una casa de vecinos de clase media, en la que viven personajes muy diferentes , con sus historias, sus anhelos, sus soledades, sus frustraciones, sus envidias, sus carencias, su manera de enfocar o afrontar la vida…en las que Saramago escudriña y profundiza con maestría. Escrita con un estilo más sencillo del que el autor nos tiene acostumbrados, me ha parecido una novela fluída y amena, que se lee a gusto y con facilidad.

hace 3 años
9

Siempre me ha encantado Saramago, pero tras leer su libro autobiográfico "Las pequeñas memorias", me quedé tan decepcionado y defraudado, que me alejé -como por espanto- de toda su obra posterior. En esta curiosa novela perdida -que el autor no quiso que saliera publicada hasta su muerte-, aparecen ya muchas de sus continuas y permanentes obsesiones: La humanidad, y por ende sus carencias, sus miserias y sus profundas debilidades. "Claraboya" es un luminoso sol de invierno. Un sencillo retablo vecinal, por el que podemos vislumbrar la ternura, la melancolía y la nostalgia. Y es que como ya todos sabemos: "En todas las almas, como en todas las casas, además de fachada, hay un interior escondido". La he leído con tanto agrado, que me ha encandilado y me ha dejado sorprendido.

hace 8 años
7

Muchos, sin duda, conocerán ya la historia de la que fue la segunda novela escrita por el Nobel portugués (1952), pero que no fue publicada sino póstumamente. En su momento la editorial la rechazó a través de un poco elegante silencio que sumió a José Saramago en un socavón creativo de veinte años. En 1989, con grandes obras como Levantado del suelo, Memorial del convento o La balsa de piedra ya publicadas, una mañana, mientras éste se encontraba afeitándose, recibió una llamada de la editorial en la que le informaban de que habían encontrado el manuscrito de Claraboya. Saramago fue a recogerla en cuanto pudo e indicó que mientras él viviera no sería publicada. Así contestaba a aquel silencio que le apartó de sus sueños durante dos décadas. ¿Por qué la editorial rechazó la obra de la que hoy tratamos? Claraboya es una novela coral, de corte clásico, decimonónico incluso, ambientada en un patio de vecinos que sufre los devenires de la Lisboa de mitad de siglo. Hasta aquí nada escandaloso ni subversivo. Pero según avanza la trama comienza a aparecer la dureza de esa realidad, especialmente cruda para las mujeres, sin olvidarnos de las referencias al amor lésbico. Es aquí donde nos podemos imaginar las razones que blandieron los editores para acallar esas voces, que para la dictadura de Salazar podían resultar molestas por considerarlas inmorales. Por lo demás, y a estas alturas, nada de Claraboya nos puede escandalizar. Sin bien, como ya he dicho es una novela de corte clásico, ya comienzan a entreverse la fina ironía y la ternura del autor en la narración y la aparición de los que más tarde serán sus personajes tipo. Cabe hacer mención especial de los diálogos entre el zapatero y su huésped, que nos muestran las que, con toda probabilidad, eran las contradicciones a las que se enfrentaba el joven de apenas treinta años que era entonces José Saramago. Una pequeña joya para los amantes de la prosa del genio portugués. El libro perdido y hallado en el tiempo.

hace 9 años
9

Delicioso, novela intimista que retrata la vida de un conjunto de vecinos y sus vidas. Es muy cortita y realmente se disfruta de la descripción que hace de los personajes, sus pensamientos y sus anhelos. Muy recomendable.

hace 9 años
8

Primera obra de Saramago y ya esta cargada de reflexiones sobre las personas y el análisis de las actitudes y pensamientos de la gente, que por mucho que pase el tiempo siempre tenemos prejuicios y somos excesivamente críticos con los demás para no pensar en nuestros propios errores. Saramago en todas sus obras hace diferentes ensayos del ser humano.

hace 10 años
10

Para los lectores que estamos acostumbrados al estilo narrativo de Saramago, este libro nos muestra algo diferente. Para quien no está acostumbrado el estilo de Saramago esta novela no le supondrá el mayor esfuerzo. En verdad muy recomendable, una historia envolvente desde el principio, como Saramago siempre lo supo hacer.

hace 11 años
10

Un Saramago joven, cuya narrativa era distinta a la que conocemos, sin embargo ya reflejaba su enorme talento. Una vez que entré al edificio, no pude despegar mis ojos de la lectura. Entrañable, fascinante, divertida, extremadamente humana, fácil de leer, en fin... ¡Sublime! ¡Muy recomendable! A quienes les cuesta trabajo entender a Saramago, pueden leer esta novela sin problemas, su narrativa es muy refrescante.

hace 11 años
8

No está escrita en el habitual tono narrativo de Saramago, aunque en ella se atisba incipientes rasgos de ese tono que tanta personalidad le confiere al autor en su forma de narrar. En general me ha gustado aunque queda lejos de sus grandes obras posteriores.

hace 11 años
10

Sublime.

hace 12 años
9

Fascinante reencuentro con un Saramago mas joven, menos maduro, dubitativo, pero claramente humano y con voz propia. Altamente recomendable a todos aquellos seguidores del escritor, y obviamnte, para los que nunca lo han leido es excelente comienzo.

hace 12 años
9

Como ya está prácticamente todo dicho en el "Resúmen", solo puedo decir que me gustó, en primer lugar, porque en esta novela Saramago no utiliza la Sintaxis figurada de casi todos sus libros, al menos en los que he leído, y la hace más amena, si no, teniendo en cuenta que los diálogos son muy abundantes, muchas veces a páginas enteras, sería un tostonazo. Pero no, los diálogos están en esta novela con las interrogaciones, punto y aparte, etc., como estamos habituados a ver otras novelas de los demás autores, lo que hace que sea una lectura muy fluida y amena, y el interés en lo que pasa en todos los pisos en sus variados inquilinos, se sigue con interés de un capítulo a otro. Libro muy rápido de leer, en una semana, o menos días, incluso.

hace 12 años