José Saramago, ateo declarado, nos ha dejado esta estupenda y divertida novela sobre uno de los personajes más oscuros de la historia bíblica, Caín.
Se me ocurren muchos calificativos para darle a esta novela, y todos buenos, y si me tengo que quedar con unos cuántos diría: aguda, irónica, brillante, divertida.
El tipo de prosa es la propia de Saramago, seguida, sin puntos y aparte ni signos en los diálogos.
El personaje protagonista, Caín, está trazado de forma brillante, y resultan divertidísimas sus peripecias, andando de un sitio a otro y atravesando diferentes presentes que son nada más y nada menos que diferentes historias de la biblia muy conocidas por todos. Sus diálogos con otros personajes biblícos y hasta con el mismo Dios brillan por su agudeza e inteligencia, en ellos autor plasma su particular visión de los hechos.
Otra joya de Saramago.
hace 6 años
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