«Todo empezó en Toro». Años atrás, durante un viaje familiar a dicha localidad, en una noche de agitado insomnio, el narrador se percató de que no sabía nada de su abuelo ni de sus orígenes, que indudablemente debían de hallarse en Toro. La pérdida de memoria de su padre y un susto, durante tres fatídicos segundos se vio ante un espejo con medio rostro paralizado, actúan de catarsis que le impulsan a emprender un viaje en busca de las huellas que recompongan el árbol genealógico truncado, el acceso al otro lado de la puerta cerrada en la mente paterna. ¿Por dónde empezar? Por «Formariz, Sayago, Zamora, España» nombres que brotan de la memoria de su padre. En el periplo, que le lleva hasta La Habana, se imagina a su abuelo, Faustino de Toro, criándose en un hospicio, sufriendo penurias, y, una vez casado y con dos hijos de corta edad, perdiéndose en un barco camino de Cuba. Una partida que dejó en uno de aquellos niños, el padre del narrador, una sensación de abandono y desafecto que le marcará durante toda su vida. Nada relevante consigue en su investigación salvo carta que trata de disuadirle de que no siga hurgando en el pasado. Siete palabras es una narración emotiva y cautivadora que discurre por el indefinido linde entre la biografía y la ficción. Entrecruzando con acierto distintos géneros y las notas trágicas con las de humor, Suso de Toro nos brinda una obra literaria de múltiples facetas.