Sinceramente no sabría cómo calificarlo. Mentiría si dijese que no me ha gustado nada, pero también si lo ensalzase. Tiene momentos en los que se hace pesado, como los que se desvinculan demasiado de la trama y se dispersan con anécdotas históricas o el principio tras un nuevo salto de época hasta que vuelves a cogerle el tranquillo de nuevo. De este modo, se alarga su lectura en demasía, más allá de lo que ocasionaría sus casi mil doscientas páginas. Quizá recortando esos momentos menos atractivos y mostrando más nexos entre capítulos, la narración sería más ligera.
hace 6 meses