Una historia brutal, apasionante, desgarradora. Pinilla es un excelente escritor que no ha tenido la repercusión que se merece. Hay que leerlo, de verdad

Novela dura y pesimista que muestra la vida de una pobre familia vasca. Muy bien construidos los personajes y un estilo narrativo impecable.

Excelente contextualización, trama cruda y directa y personajes muy bien definidos. Refleja magníficamente las diferentes inquietudes, aspiraciones, necesidades y formas de concebir la vida de los miembros de una familia vasca de mediados del siglo XX. En algunos aspectos recuerda al naturalismo de Zola (Germinal). De lo mejor que he leído este año: tanto la obra como el autor han sido un gran y grato descubrimiento.

Lo leí por la recomendación de (La Lectora) y no me decepciono, muy buena trama e filosofía.

Espléndido, duro, de un pesimismo brutal. La trama se mueve entre un narrador principal y los monólogos interiores de los diferentes protagonistas que se mueven entre los sentimientos y el puro instinto de supervivencia en unos tiempos que no deberían volver. Magistral!, seguiré leyendo a este autor

Obra maestra intemporal. Una maravilla

Buenísima novela, como todas las de este autor. Sus novelas son Pais Vasco puro.

Excelente novela, entrañable y conmovedora, con un ribete de tristeza en su final, pero muy bueno y breve "moraleja". Un hecho que , si bien es ficción, no es nada irreal, en cualquier momento de la vida, en cualquier localidad costera, puede suceder. El hecho de un naufragio en la costa de un barco carbonero, es algo que he podido ver hace unos años, y cómo la gente iba a recoger sacos de carbón en la costa y en la playa... pero sin problemas; en ésto, muy diferente a la trama de esta magnífica novela, que creo que gustará a quien la lea.

Un gran libro. Una obra que te deja sobrecogido. Los habitantes de Algorta, entre ellos la familia Jauregui, protagonistas de la novela, como hormigas, roban el carbón de un barco naufragado, para poder subsistir el invierno.

Es una novela de gran fuerza dramática. Que no os desanimen sus 50 años porque relata episodios que están tan cercanos a la naturaleza humana que le conceden una vigencia plena. Por otra parte, y para quien le pueda interesar, supone una buena pincelada antropologica de aquella forma de vida pobre y rural que toco vivir en aquellas decadas posteriores a la guerra civil española. El formato de la novela es curioso, con un narrador principal que es Ismael Jauregui (uno de los hijos) que cuenta buena parte de la historia, pero su narración es completada, en detalles que él no puede conocer, con 67 monólogos del resto de los personajes. Con esta estructura, la novela resulta muy amena y aporta al léctor la sensación de ser el único que llega a conocer toda la trama. Os animo vivamente a que la leáis.