¡Vaya inicio de novela! Pocas cosas me gustan más que un inicio impactante. En las escasas nueve primeras páginas desfilan los veinte hombres Palmisano que iniciarán la maldición contra la que dos mujeres, Donata y Francesca, se conjurarán uniendo así el destino de dos familias del sur de Italia, los Palmisano y los Convertini, a través de sus hijos.
Conoceremos a sus miembros, con sus amores y sus odios, sus vidas y sus muertes en una zona de Italia desconocida para mi y que, gracias a la escritura de Nadal, voy a visitar sin duda porque la descripción de los paisajes es espectacular sin caer en el aburrimiento. Incluso se atreve con la gastronomía. Recorreremos pueblos y sentiremos el calor sofocante y la sequía, oleremos la buganvilla y los geranios del jardín de la nonna, saborearemos la fruta recién cogida pero también, como la vida misma, sufriremos el horror de la guerra, el dolor por la muerte y el terrible bombardeo de Bari en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial. Todo muy bien documentado y muy creíble. La narrativa es de una gran calidad. Los personajes están tratados con mucho mimo y los veremos evolucionar desde la inocencia de la infancia entre guerras hasta la adultez en el caso de los dos niños que son el eje central de la novela. Su periplo vital evolucionará como un reflejo del contexto histórico y llegará al clímax con el bombardeo y el final de la guerra. Con mucho drama, pero sin aspavientos, esta es una novela de vida y de destino, de giros morales y de circunstancias extremas que sacan lo mejor y lo peor de las personas. Una historia de relaciones de familia, convulsas unas veces, plácidas otras, pero siempre indisolubles.
Muy recomendable. Para disfrutar y saber más. (Aida Vert, 16 de mayo de 2023)