Herman Mussert, un profesor neerlandés de lenguas muertas, se acuesta en su tranquilo apartamento de Amsterdam y amanece, al día siguiente, en la habitación de un hotel de Lisboa. Al despertarse, su primera sensación no es de sorpresa, sino que siente un extraño escalofrío por la posibilidad de ser otro y por la hilarante probabilidad de estar muerto. El hombre de Amsterdam tal vez esté muriendo, pero el de Lisboa contará la historia de su vida y la de las dos mujeres que fueron importantes en ella. Éste será el inicio de esta breve novela, llena de inteligencia y sabia ironía, sobre el sentido que tienen las metamorfosis y la muerte, tanto para el mundo de los clásicos grecolatinos como para el pensamiento científico.