El mundo oriental con sus fuertes contrastes no podía dejar de ejercer su fascinación sobre el espíritu de un escritor como Cees Nooteboom. Así, se convierte en el fondo escénico de estos dos relatos cuya lectura resultará de enorme interés para quienes emprendan ese viaje a tierras lejanas que es a la vez un impactante recorrido por otra sensualidad, otra espiritualidad. «¡Mokusei!» desarrollado en Japón, es un canto a una visión personal e íntima del amor, «esa cosa impronunciable emponzoñada de trivialidad» a través de la pasión que despierta en Arnold Pessers, un fotógrafo holandés, la modelo japonesa con la que inicia en Tokio una relación imposible. En «El Buda tras la empalizada» un viajero occidental desgrana sus impresiones sobre la cultura tailandesa, captadas en cada rincón –templo o burdel– de Bangkok, una ciudad en la que «el dolor del mundo es curado a base de masajes y fluye como un infinito y viscoso klong de esperma por las alcantarillas.