Si fuera una novela negra diríamos que el caso es realmente bueno y verdaderamente inverosímil, una prueba de que la realidad supera la ficción. El autor nos cuenta los sucesos y su involucración cuando decidió escribir sobre ellos. Las expectativas al inicio de la lectura son altas; también, por lo que se infiere del título, parece que Carrère va a entablar una especie de confrontación psicológica con el asesino, pero no, al final se "limita" bastante a la crónica y, a medida que se va desarrollando, la narración pierde fuelle en las últimas páginas.
hace 6 meses