Visionario, eterno y original, Herman Melville (1819-1891) tuvo una vida tan arriesgada como su literatura. Se embarcó muy joven en un buque mercante, conoció el peligro y la soledad, así como los más remotos parajes. Los relatos aquí reunidos, poblados por seres desplazados, sin cabida posible en las grandes mudanzas de su tiempo, dan fe de por qué Melville es considerado uno de los mayores precursores de las corrientes literarias del siglo XX.