En esta colección de relatos concebidos alrededor de 1934, Annemarie Schwarzenbach regresa a los paisajes orientales. Ambientadas en ciudades y excavaciones arqueológicas que la autora frecuentó, estas páginas, pese al exotismo de los escenarios, no presentan un mundo de ensueño, pues como ella misma afirma, “la época es demasiado dura para que uno se atreva a expresarse con ligereza”. Europeos que han huido de su patria por motivos políticos o por el deseo de aventura, seres solitarios que en la distancia no pueden sino sentirse aún más extranjeros ante los acontecimientos que devastan el viejo continente, trabajadores enviados por el régimen de la Italia fascista, audaces viajeras que exploran territorios desconocidos: todos ellos personajes que recorren los textos y que conforman, con imágenes precisas, diálogos escuetos y un estilo inconfundible, “casi una novela”, según la propia escritora.