“Como el viento en los almendros” de Michelle Cohen Corasanti comienza contándonos la infancia de Ichmad, un niño de once años que vive feliz junto a sus padres y hermanos en una pequeña aldea palestina. Disfruta de su modesta escuela, de las canciones que su padre interpreta con su oud y de los juegos con sus hermanos junto al almendro que hay al lado de su casa.
De un día para otro, su mundo se viene abajo. Soldados israelíes irrumpen en su casa, se llevan detenido a su padre, matan a una de sus hermanas y demuelen su casa dejándolos sin apenas nada.
Convertido en cabeza de familia, no le queda otra opción que abandonar sus estudios y trabajar de sol a sol junto a su hermano Abbas para comprar una tienda de campaña en la que vivir y conseguir alimentos para su madre y sus hermanos.
Mihelle Cohen, inspirada por “Cometas en el cielo” de Khaled Hosseini, y por sus propias vivencias, nos cuenta una historia con la que pretende que conozcamos la realidad de un conflicto que cada año supone la pérdida de miles de vidas: el de Israel y Palestina.
El libro nos describe la vida en Palestina y la continua represión que sufren sus habitantes a manos del ejército israelí. Como les roban sus tierras, talan sus árboles y matan a centenares de personas en represalia por los ataques terroristas de Hamas.
También nos habla del odio del pueblo palestino, que se acrecienta día a día y que convierte a niños inocentes en mártires porque muchas veces no ven otra salida: sus familias han muerto, no tienen comida y ni siquiera pueden estudiar porque no hay libros en las escuelas.
Ichmad y Abbas son las dos caras de una misma moneda. El primero, sigue los consejos de su sabio padre e intenta comprender al “enemigo” para tratar de convivir en paz. El segundo, cegado por el odio, se une a Hamas. Ambos, se darán cuentas de que las cosas se pueden hacer de otra manera y que sí es posible llegar a un acuerdo y solucionar un conflicto que, a día de hoy, sigue causando ríos de sangre.
“Como el viento en los almendros” es una novela terriblemente dura y muy bien documentada. Al hilo de la narración de la vida de Ichmad, nos cuenta la historia de un conflicto que comenzó tras la Segunda Guerra Mundial, cuando se creó el estado de Israel, en parte, para limpiar las conciencias tras el Holocausto.
Una historia de superación personal y resilencia que aboga por el diálogo y por tener puentes en lugar de aplicar la ley del Talión, porque la violencia sólo genera más violencia.
hace 6 años
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