Si la Gran Depresión tuvo en John Steinbeck su voz literaria más crítica y feroz , es indudable que la América blanca de la costa este, durante el periodo de entreguerras no se puede entender sin Richard Yates. Y no es porque sus novelas estén a la altura de "Las uvas de la ira", que no lo están ni en profundidad ni en alcance, sino porque en su conjunto completan un retrato incisivo a la vez que tremendamente corrosivo de la clase media americana. Los personajes de "Cold Spring Harbor" son vapuleados por sus circunstancias sin que nada puedan hacer para oponerse a un destino más bien mediocre que sólo la guerra, intuida en el horizonte, puede cambiar. Pero el lector no será testigo de ese cambio venidero sino de un presente en el que el autor se regodea sin misericordia en dos familias, un vecindario y un entorno sofocante que en este caso tiene un final abierto y menos trágico que en "Vía revolucionaria". (Gloria Magro)
hace 14 años