En mi opinión, no se puede llegar más lejos con una novela. Richard Yates profundiza con agudeza en lo demoledora que es a veces la vida cotidiana. Tras los intensos pasos de estas dos hermanas hay sentimiento, amargura, desencanto, soledad, decadencia... Y es que como decía Serrat en una gran canción: "Nunca es triste la verdad... lo que no tiene es remedio". Lo dicho: una obra maestra.
hace 6 años