Una novela de vidas y sentimientos cruzados que se desarrolla, salvo mínimas excepciones, en “una buena escuela”. El lenguaje y las situaciones en los EEUU a principios de los 40 está muy alejada de los nuestros, y la novela se lee de forma irregular. Aun así, es posible empatizar con muchos de los personajes. Todo cobra sentido en el capítulo final, que emociona.
hace 2 años