No había vuelto a leer nada de esta autora islandesa desde la interesante “Rosa Cándida” y me decidí por Hotel Silencio, una novela que en cierto modo, tiene varios puntos comunes con ella. En este caso, la autora también se mete en la piel de un hombre joven, con ciertas habilidades manuales, y que realiza un viaje sin retorno, para finalmente encontrar su camino. Escrita con un ritmo tranquilo, como su protagonista, y capítulos cortos, se puede decir que está dividida en dos partes; la primera se desarrolla en Islandia y la segunda en un país lejano, devastado por la guerra. Es en esta segunda parte, donde se desarrolla la principal parte de la trama, que nos va envolviendo con su aire intimista en medio de una atmósfera dura, en la que surgen los sentimientos, el compromiso y los gestos, en una historia de superación, escrita con una estructura original que nos atrapa y nos hace empatizar profundamente con el protagonista y los personajes que le rodean.
hace 3 años