De fácil lectura por la escasa complejidad sicológica, algo extraño en una novela que, utlizando las conversaciones y pensamientos de dos personajes, casi los únicos en la novela, quiere poner énfasis en sentimientos como la amistad y la lealtad. El autor hace un alarde de haberse documentado insertando gran cantidad de historias y anécdotas de alpinistas, en un intento de dar un carácter culto a la novela, pero creo que falla en el intento. Por lo demás me parece bien escrita y válida para pasar un rato ameno.
hace 10 años