A requerimiento de la viuda de un empresario catalán, que fue asesinado hace cinco años, se reabre un caso que parecía completamente claro y resuelto. Al indagar un poco en el expediente del caso, la inspectora Petra Delicado y su ayudante el subinspector Fermin Garzón, ven que algo no cuadra. En cuanto los dos policías mueven un poco el avispero, aparece un nuevo cadáver cuya relación con el asesinato que están intentando esclarecer es más que evidente. La investigación, vuelve a dar un giro inesperado, cuando los dos policías catalanes viajan a Roma siguiendo los pasos del principal sospechoso, y se ponen a trabajar, en colaboración con la policía italiana, para dar cazar al escurridizo y letal delincuente. Lo mejor: se trata de una novela entretenidísima, con un ritmo pausado pero en donde todo momento suceden cosas. La relación entre la inspectora y su subalterno está muy lograda, y es que esa mezcla de mujer dura e inflexible como es Delicado, con la personalidad extrovertida y campechana de Garzón, le da a la narración un toque de credibilidad y originalidad destacable. Lo peor: los pasajes familiares en donde la inspectora Petra Delicado comparte protagonismo con su marido y sus hijastros, que ralentizan y suavizan un poco a la "roca" que es Delicado. (David Sánchez)
hace 11 años