En esta tercera entrega de la serie Uhtred abandona a Alfredo y se nos va al Norte de la isla británica para sacarle las castañas del fuego a otro rey (Guthred, un rey improvisado hasta el punto de que ni él esperaba serlo) en la región de Northumbria. De paso descubrirá un nuevo amor, que parece ser el definitivo, en la persona de la hermana de este rey, Gisela. Con buen pulso narrativo, al igual que las anteriores, la novela nos depara algún inesperado giro argumental. Acción, aventuras variadas y buenos personajes, todo ello bien hilvanado en una historia que mantiene el interés en todo momento. También como en las anteriores, sigue presente en esta entrega una buena dosis de descarado anticlericalismo y, como no, la otra manía del autor, un personaje "pagano" (la Gisela antes mencionada) que tiene poderes, en este caso adivina el futuro de vez en cuando por medio de las runas. Una vez más este añadido fantasioso sobra bastante, pero es un pequeño defecto que no desmerece una novela muy entretenida y altamente recomendable.

Escrita con una buena ironía, apenas te das cuenta que esta novela salpica tanta sangre. Muy ameno.