La Britania post-romana es el escenario donde se desarrolla esta magnifica trilogía de Cornwell de la que este es el primer volumen. Aprovechando que los historiadores sitúan es esa época (siglo V) el nebuloso origen de la leyenda del rey Arturo, el autor lo utiliza con sabiduría como eje principal de la historia para meternos de lleno en esos oscuros tiempos, donde muy poco quedaba de la civilización romana, con las constantes luchas entre los múltiples reinos en que se dividió la isla tras su desaparición (el mapa de los reinos que incluye el libro es muy necesario aunque resulta un poco confuso). Un tiempo con una tensa convivencia religiosa entre el cristianismo que habían dejado como legado de ultima hora los romanos y los dioses autóctonos con sus máximos representantes; los druidas. Naturalmente además de Arturo desfilan por la historia otros muchos personajes de la milenaria leyenda, como Lancelot, Ginebra y sobre todo el personaje decisivo del druida Merlín. Y es que, sin llegar a aparecer en la novela situaciones de fantasía, toda ella está impregnada de un halo místico fascinante, sobre todo en lo concerniente a este personaje y su discípula, Nimue, que le sienta muy bien a la historia y su desarrollo. Una historia que no decae en ningún momento con dramas, amores apasionados, traiciones, venganzas, batallas y el personaje de Arturo muy bien perfilado por el autor con su generosidad y grandeza pero también con sus debilidades, dudas y ambiciones. Sin embargo, el protagonista de la novela no es Arturo si no su fiel servidor-discípulo Derfel Cadarn que, en el ocaso de su vida, nos va contando su historia personal y la de Arturo que, por lo general, van ligadas estrechamente, siendo testigo del relato la reina Igraine que siente gran interés por la historia del ya legendario rey Arturo y que, en numerosos "descansos" de la narración comenta y pregunta a Derfel sobre los pormenores de la historia que este está escribiendo. Un recurso argumental del autor bastante interesante y que le dá un toque más especial a la novela. Hay que decir que en esta novela el protagonista, Derfel, es un adolescente, que va evolucionando hasta la edad adulta, que cree en los dioses míticos de Britania y desprecia al cristianismo, pero narra su historia y la de Arturo en su vejez como miembro de una congregación religiosa cristiana en un monasterio...¿como ha llegado a tan drastico cambio en sus creencias?. Sin duda lo descubriremos en las siguientes entregas de esta fascinante trilogía.
Por ultimo, es muy probable que leyendo esta novela nos venga a la cabeza la serie "Juego de tronos", pero que los mal pensados sepan que esta novela es anterior (1995) a la, por otro lado magnifica, serie de George R. R. Martín (1996).
hace 10 años
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