Se cumple la máxima. Best seller de gran difusión, calidad literaria infíma.
El libro intenta transportarnos al S.III a.C. pero con el lenguaje del siglo XXI. Los diálogos de los personajes no pueden ser más contemporáneos. El modo de hablar, de expresarse de los personajes no pude ser más plano y burdo.
No me imagino a Cornelio Escipión o Aníbal utilizando expresiones y un lenguaje más propio del frutero de la esquina.
Incluso el contenido y las descripciones son del S.XXI. El autor habla de kilómetros, metros, minutos y segundos, y otras referencias contemporáneas.
El modo de pensar y las motivaciones de los personajes no tienen nada que ver con la Antigüedad.
La Antigüedad, sus valores, su idiosincrasia, sus motivaciones, su universo mágico-religioso, su modo de vivir y de sentir no aparecen reflejas en el libro. Alguna ligera referencia, así de pasada, a modo de anécdota, pero el grueso de la novela es pura contemporaneidad.
La calidad literaria es muy básica, los diálogos absurdos, las descripciones insustanciales, no hay tensión narrativa.
Pese a la baja calidad literaria y la nula ambientación histórica, el libro es un best seller. O precisamente por eso lo es.
Literatura muy básica para adolescentes de 15 años, o mentes planas que pasan por adolescentes.
Y por eso es best seller.
hace 2 años
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