Baltasar, Baltita, un niño que atravesará varias edades a lo largo de la novela, trata de hacerse su propio hueco en la casa familiar. Guardará silencio hasta los cuatro años, pero después de comprender el papel de la ficción en la vida de las personas, se atreverá a tomar la palabra, y Baltita irá viendo los quiebros que da la vida de sus hermanos, de sus padres, de la criada Fuencisla, irá penetrando en el juego de las transformaciones. Con los veintiún capítulos de esta novela que Carmen Martín Gaite llegó a terminar, se construye una indagación extraordinaria sobre el origen del carácter y quizá las mejores páginas que hayamos leído sobre los nuevos parentescos, fruto de las nuevas relaciones sociales.