La novela de Yasmina Khadra, seudónimo del escritor argelino residente en Francia, Mohammed Moulessehoul, está escrita en primera persona y narra la historia de Younes (Jonas) desde su infancia en una remota granja argelina y posteriormente en un barrio miserable de Orán, hasta su mudanza con sus tíos a Rio Salado (hoy El Malah), donde transcurre prácticamente el resto de su vida.
La primera parte de la trama, es quizá la más dura, pues describe con toda crudeza las penurias del protagonista y su familia (sus padres y una hermana disminuída) que se ven forzados por la quiebra a mudarse a la capital (Orán) donde malviven en una habitación infecta, sin agua ni electricidad, rodeados de suciedad y miseria y de personajes tan pobres y harapientos como ellos mismos. Estos variopintos personajes, muy bien trazados, con sus peculiaridades y sus penosas historias, me engancharon enseguida.
La adolescencia y la juventud del protagonista se desarrollan en Rio Salado una ciudad colonial con una fuerte presencia española y francesa donde Jonas asiste al colegio y traba una fuerte amistad con tres jóvenes franceses, nacidos en Argelia, amistad que tiene un enorme protagonismo a lo largo de toda la novela.
Aunque algunas situaciones quedan un tanto desdibujadas, el amor a la familia, las andanzas juveniles, las diferencias culturales, el primer amor, el desarraigo, el racismo y finalmente el proceso de descolonización e independencia de Argelia y los desgarros que esta cruenta guerra provocó, conforman una historia interesante a caballo entre dos culturas, con el choque de civilizaciones, el amor y el canto a la amistad como ejes principales de la trama.
hace 7 años
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