Lefeu o la demolición (1974) es la única novela publicada de forma íntegra por Jean Améry antes de suicidarse (1978). El superviviente de Auschwitz tuvo que enfrentarse al enmudecimiento provocado por la experiencia concentracionaria y al problema de los límites de la representación literaria del dolor. Su preocupación constante por la insuficiencia del lenguaje poético se extiende en esta antinovela de formación a la representación pictórica de la realidad en la figura de Lefeu, un pintor fracasado que se resiste a la banalización del mal y a la comercialización del arte en el nuevo mercado global. Fiel al figurativismo de las primeras vanguardias Lefeu es consciente del ineluctable proceso de envejecimiento cultural, pero no se resigna a contemporizar con las tendencias pictóricas dominantes: abstracción, pop-art, ni siquiera con la propuesta oportunista de hacer retornar el figurativismo mediante la etiqueta del realismo metafísico. Todas estas tendencias las reúne Amèry bajo el término de “decadencia rutilante”, concepto en torno al cual gira una sugerente meditación sobre el nihilismo que no ha dejado de nutrir al pensamiento contemporáneo. Frente al llamado “milagro alemán” y los nuevos aires culturales (sin excluir los precedentes de la posmodernidad) el protagonista asume la demolición como destino y prefiere la intemperie de la ruina a la protección de las identidades que sirven de falso hogar.
Un relato que combina la reflexión ensayística y la ficción en un intento de distanciarse de su condición de literato testimonial que no consigue ocultar las dolorosas experiencias autobiográficas: exilio, tortura, tentativas suicidas y envejecimiento.
Jean Améry no es el nombre real del autor, sino un seudónimo, el que Hans Mayer elige cuando a raíz de la anexión de Austria por Alemania en 1938 decide emigrar a Bélgica.