El lector que ya conozca los libros del autor, y concretamente su estudio SOBRE EL ENVEJECER, del que las consideraciones sobre el problema de la muerte voluntaria que siguen son, en cierto modo, una continuación directa, no necesita ser orientado; ya sabe que el presente volumen no puede contener nada que recuerde ni remotamente a un trabajo científico. Sin embargo, aquel que no esté familiarizado con la obra del autor debe ser honradamente advertido de que a partir de las consideraciones aquí desarrolladas, nadie alcanzará los conocimientos que la investigación científica sobre el suicidio, la "suicidología", pretende ofrecer. En consecuencia, ni hallará información acerca de en qué país, y por qué justamente en ese país, se suicidan más personas que en otro, ni reunirá con su lectura datos substanciales sobre los procesos (o pre-procesos) anímicos y sociales que acaban conduciendo a la muerte voluntaria. No hallará estadísticas que amplíen sus conocimientos, ni representaciones gráficas que visualicen descubrimientos científicos: el autor no ha esbozado en ningún momento un modelo del suicidio.