Tiene un estilo de escritura tan particular que no se parece a nada que haya leído antes. Magia, fantasía, surrealismo, todo se une para contar la historia de un pueblo sin parangón que maniobra constantemente para que nada cambie. Aunque en realidad esta novela trata de hijos no queridos, del dolor que arrastran desde su infancia solitaria. Lo más costoso del libro es que prácticamente todos los personajes, animales, objetos, pueblos, tienen sus tres nombres y diversos diminutivos, y eso hace que sea un poco difícil de seguir.

Buff, para mí ha sido imposible meterme en el libro, por la manera de escribir de la autora como por la cantidad de personajes diferentes y absurdo de la trama a ratos. He leído críticas que lo ensalzan como obra maestra, debe no haber sido mi mejor momento para leerla, pero no puedo recomendarla ni por asomo.