George Webb es detective privado. Antes era policía, con una carrera brillante, hasta que fue expulsado del cuerpo por corrupción. Tiene cerca de cincuenta años, una secretaria con un corazón de oro, una ex esposa que lo abandonó, una hija veinteañera y un ritual a cumplir: sus visitas a Sarah, que fue su clienta, también en un "asunto matrimonial", y que ahora está en la cárcel. Con un estilo preciso, lacónico, pero también impregnado de un duro lirismo, George nos cuenta, y se cuenta, estos últimos dos años que han cambiado su vida para siempre.