“La historia de un caballo” es un relato breve de Tolstói que probablemente no sea considerado una de sus grandes obras, pero a mí me ha parecido una pequeña joya.
Es poco más que lo que el título indica, la historia de un caballo, un viejo caballo pío castrado que forma parte de la numerosa caballada de una casa señorial. Despreciado por sus congéneres por su decrepitud y falta de abolengo, un día es reconocido por una vieja yegua de la cuadra, y el viejo Jolstomer narrará su experiencia vital.
Con una prosa bella y gran riqueza de descripciones y vocabulario, el relato está narrado en tercera persona, con la excepción de los fragmentos en los que es Jolstomer quien habla; en ellos encontramos reflexiones interesantes, como cuando el caballo describe a sus compañeros el significado del concepto de “propiedad” de los humanos (“Y aquel que conforme a ese juego diga “mío” del mayor número de objetos posible es considerado como el más feliz.”), también aparecen otras ideas, como la discriminación por ser distinto... La imagen que el protagonista equino da del ser humano, a partir de su experiencia, no es nada afortunada.
Una pequeña maravilla que he disfrutado y recomiendo.