Cuando uno lee un clàsico, cabe imaginar con que va uno a encontrarse a medida que lo lee.Me parece una novela hermosa, muy bien escrita, los personajes, son el ejemplo de lo que se esperaba en la epoca en que fue escrito, Amelia, un cumulo de virtudes, la mujer enamorada, abnegada y fiel, y Rebeca, la trepadora que despliega todas sus artes para ascender en la sociedad.El autor nos recalca permanentemente, que esta "feria de las vanidades" que es la sociedad de su tiempo, (y tambien la actual) los personajes se debaten entre intereses, apariencias, hipocresias y por supuesto tambien el amor.Es una novela del mil ochocientos, por supuesto que no vas a encontrar sexo ni escenas escabrosas, ni siquiera insinuadas.Yo encontre este libro en la coleccion antiquisima de una biblioteca infantil en un hospital de niños, y me encanta, voy por el segundo tomo, quien disfruta de los clasicos seguramente disfrutarà de esta entretenida novela, escrita con un leguaje delicado y cuidado, digamos, como se escribia antiguamente.
hace 11 años
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