El período de la monarquía británica que cubre la novela -del destronamiento de Jacobo II en 1690 hasta la coronación de Jorge I en 1714- es una época de conspiraciones dinásticas y de encarnizadas luchas -como la Guerra de Sucesión española- contra la hegemonía francesa en Europa. La implicación personal y la crítica cercanía del «autor» de estas memorias convierten, sin embargo, su experiencia en algo más que un testimonio: en la irónica historia de un hombre que, puesto al servicio de la Historia, habrá de deponer una a una sus primeras lealtades -al catolicismo, a los Estuardo, a los tories, a la hermosa Beatrix que guía sus actos y sus sueños- en su camino hacia una especie de desesperada serenidad.